Carta a un espíritu lejano
- Jesús Frontado
- 6 ago 2020
- 1 Min. de lectura
Entonces es ahí, cuando te siento cerca y no te toco, el preciso momento en que te amo y odio todo. Me culpo, te quiero. Voy lento; una noche fría, el balcón y la mar debajo... te pareces a las olas que crecen, una tras otra, y rompen, y salpican todo de frescura con su muerte.

Difícilmente serás de alguien alguna vez, pues no he conocido una dulzura más pícara y astuta que tú, con esa estela brillante en los dientes, la figura abultada y perfecta, la voz acaramelada con un bajo y suave ronquido, los ojos calcados minuciosamente por Dios. No todo te pertenece, solo porque así lo quieres.
¡Puedo estar sin ti, pero no quiero! ¡No quiero ser parte de ese lore perverso! Un hombre conoce, alguna vez, una chica. La conquista. Algo falla. O, más bien, alguien, algunos, todos. Acuerdan terminar. Él la olvida, ella lo odia. Y eso es todo.
Basta con que dos amen para que tres guarden rencor, juzguen, sentencien.

No existe antagonista más embriagado de amargura que todo aquél que haya amado alguna vez.
Es aquí, ahora o más tarde, donde escribo algo, con una ínfima pizca de fe en que lo leas. No sé si tú o los espíritus de lo alto, pero alguien se deleitará con tales palabras -que tampoco sé muy bien si escribo yo- en algún rincón seguro. Te siento, pero todavía no te toco.
Anhelo sentirnos de nuevo, y para siempre. Nunca me faltes.

💙😘😍👍Definitivamente hermoso ... Que papá Dios te siga iluminando con su luz divina mi santo bello....🙏😇😘💖🤗👏👏👏👏Bendiciones🙌🙌🙌😉
OMG😍😍😍 ¡Esto es perfecto! Dios...❤