Cada vez que miras mis ojos

Cada vez que miras mis ojos

me acuerdo de aquella noche

donde, sedientos el uno del otro,

fluimos en las melodías

de una canción

compuesta en otro mundo.

Y es que ambos sabíamos

que el momento era ahora,

que la luna en lo alto reía,

que el cielo sobre nosotros se abría

dándole paso al sereno

nublado distante del día,

y bailamos cual cuerpos celestes

al son de nuestros frenéticos corazones

sin confesar qué se siente

ni nuestras desnudas razones.

Destruido y roto por dentro

entreguéme al azar de tus voces,

a la dulzura de tu beso,

a la lucidez de tu risa,

sin pensar o irme lejos

en un futuro sin roces:

¿Quién estaría a mi lado?

Un recuerdo con aroma a nostalgia;

¿Quién soplaría mi pútrido vaho?

Un aire de mastranto sin magia.

¿Quién poblaría mi cielo?

Un Dios sin oro ni cara;

¿Quién sería sin ti?

¡Soy solo un muchacho que baila!

Sonriendo ante la efímera

felicidad.

Frío sin causa

con indiferente actitud

ignoré que a mí la respuesta

eras solamente tú.

Cada vez que miras mis ojos

me acuerdo de aquella noche...

cuando solo fuimos nosotros

y todo lo que por años soñe;

y mirándonos risueños,

con media luz en los rostros,

callamos ante la magnitud

de nuestra pureza y virtud...

y sonreímos

buscando cualquier pretexto

para decirnos "te quiero",

cuando ahora mismo,

saboreando tu piel en los cielos,

se me escapan por ti las palabras

que la anterior hubo lastimado

y sin querer sintiendo

te dedico tras un silencio un

te amo.